Greissy Perilla
Greissy Alexandra Perilla Vargas es una defensora de derechos humanos de Colombia. Es licenciada de ciencias sociales por la Universidad Pedagógica Nacional y especialista en memorias Colectivas, derechos humanos y resistencias de la universidad CLACSO de Argentina. Ha trabajado en la promoción de la educación de poblaciones en situación de vulnerabilidad desde un enfoque de derechos humanos y en la defensa de la justicia transicional.
La defensora ha participado en proyectos de alfabetización, creación de bibliotecas populares para niñas, niños y adolescentes en alto riesgo de vulnerabilidad. Ha asesorado a docentes de colegios públicos de Bogotá en la atención a estudiantes víctimas del conflicto armado interno y de desplazamiento.
Durante los últimos seis años, ha trabajado en el departamento del Meta, Observatorio del Territorio de la Universidad de los Llanos para el fortalecimiento de la línea de investigación en derechos humanos y reparación colectiva. Ha trabajado mayormente en la Fundación por la Defensa de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario del Centro y Oriente de Colombia (DHOC), en la que es miembro de la Junta Directiva, y donde formula y ejecuta proyectos de reparación colectiva, mitigación de la deforestación de parques naturales, y fortalecimiento de mecanismos de protección y autoprotección de personas defensoras de derechos humanos.
En el 2022, fue nombrada como representante de las organizaciones de la sociedad civil que defienden los derechos humanos y el territorio ante el Concejo Municipal de Paz y Reconciliación del Municipio de Villavicencio en el mismo departamento.
Ese mismo año, la defensora de derechos humanos fue criminalizada luego de ser condenada a más de diez años de prisión por actos delictivos en el marco del paro nacional de noviembre del 2019. Su condena fue posteriormente anulada por falta de pruebas.
Actualmente, se encuentra en situación de solicitud de refugio debido al alto riesgo que representa Colombia para la seguridad de su vida y libertad.
Los últimos dos años del proceso de paz han traído esperanza de que se ponga fin a las largas décadas de conflicto que azota Colombia. Sin embargo, las negociaciones entre el gobierno y las FARC no han tenido repercusión significativa en la seguridad de los defensores y defensoras de ese país, que sigue siendo uno de los países con mayor número de asesinatos de DDH en el mundo. Esta situación parece haberse deteriorado en el 2015, al destacar la ONU el número alarmante de DDH asesinados 69 entre enero y agosto de 2015, cuando la cifra para el mismo período en el 2014 fue de 35.
